Es la quinta exposición de fotografías obra de Eulalia Abaitua Allende Salazar (1853-1943) que presenta el Museo Vasco de Bilbao. El común denominador de estas imágenes es el lugar, el sitio seguro y concreto; en cuanto a la fecha, ese 1900, lo entenderemos como data aproximada, un circa, años antes o después de aquel cambio de siglo.

Con esta muestra el Museo quiere hacer públicas casi un centenar de imágenes de aquella antigua anteiglesia de la merindad de Uribe que tuvo voto y asiento número XXXVI en las Juntas Generales de Gernika y rescatar algunos aspectos de la vida de sus moradores.

Gracias a Eulalia Abaitua, con su silencioso y casi anónimo trabajo, hoy podemos acercarnos a Begoña en 1900 y ver lo que fue su entorno inmediato, el de su barrio de las Calzadas, pues no tenía mas que cruzar el umbral de su casa para observar. Como observar no le era suficiente, dio un paso trascendental al tomar su cámara fotográfica y disparar para atrapar, apoderarse del gesto, el rasgo, la sonrisa, la frescura o la melancolía, de la jornada común y también del gran acontecimiento en un día señalado. Trabajó sin descanso para perpetuar el pasado de ese binomio,República-Santuario que conservamos en el Museo Vasco de Bilbao.

En Begoña se sucedieron los hechos y en las imágenes veremos a sus protagonistas, en la vida corriente, durante los bailes o en las ferias de ganado; los romeros y peregrinos de cuando la Amatxofue investida de cetro y corona dorados o se la nombró Patrona de los bizkainos; también asistiremos la oportunidad de asistir a las bodas que, como hoy, buscaban en el santuario el lugar adecuado para un casamiento solemnizado.

Nos separan 100 años y las fotografías de Abaitua no mienten, quizá nos confundan sus perspectivas o sus encuadres y, aunque sean en blanco y negro, nos permiten acercarnos a aquel pasado de fisonomía y ambiente tan diferentes y opuestos al inmediato presente. Eran tiempos en que expresiones como ‘voy a bajar a Bilbao’ o ‘vengo de Bilbao’ eran de uso común entre los begoñeses, que formaban comunidad absolutamente independiente de la villa de Bilbao hasta el 1º de Enero de 1925, cuando se hizo efectiva la anexión que el tiempo transformó en asimilación.

EULALIA ABAITUA ALLENDE-SALAZAR (1853-1943)

Nace en Bilbao y vive junto con su familia en una casa del Casco Viejo. Estudia en el Sagrado Corazón de Sarria (Cataluña).

En 1872 se casa con el joven naviero Juan Narciso de Olano y Picavea de Lesaca; de su matrimonio tienen cuatro hijos. Al poco de casarse, a raíz de la 2ª Guerra Carlista, se trasladan a Liverpool (Reino Unido), donde Eulalia entra en contacto con el mundo de la fotografía, adquiere los aparatos y aprende la técnica.

A su regreso, construyen la casa que denominaron “Palacio del Pino”, junto a la Basílica de Begoña, y en los sótanos instala su laboratorio fotográfico. Vive aquí hasta 1941, fecha en que se traslada al Ensanche bilbaíno.

Muere en 1943, a los 90 años, y está enterrada en el panteón familiar de Begoña.

Su trabajo fotográfico está realizado casi con exclusividad en placas estereoscópicas de 44x107 mm., en blanco/negro. Conservamos más de 1.000 placas de este tipo que nos hablan de sus contemporáneos, tipos cotidianos, costumbres, fiestas, ritos... que supo captar con gran acierto para la posteridad. Para Alberto Schommer “esta mujer que no busca el arte por el arte, ni tampoco el juego de luces o las composiciones rebuscadas, es una auténtica reporter, que ahora sería un gran fotógrafo de la Agencia Magnum”.